sábado, 15 de enero de 2011

Soledad

Aquí estás tú otra vez, en un día como este, en una fecha tan señalada... ¿Creías que no me volverías a ver? ¿Creías de verdad que jamás volvería a buscarte? Seamos realistas, aún nos queda mucho tiempo juntos, muchas más veces en las que te vuelva a buscar, en la que te vuelva a dejar en los brazos de alguien nuevo. Y aquí estoy yo otra vez.

¿No te alegras? Eso es lo de menos. Acabarás acostumbrándote a mi presencia. Me volverás a desear dentro de un tiempo. ¿Cuánto preguntas? Eso no importa. Pero lo más importante no es un hoy o un por qué no mañana... La cuestión más importante no es un por qué sí o por qué no. La cuestión es que aquí me tienes otra vez, dispuesto a llevarte conmigo, a acompañarte mientras escribes, dispuesto a devolverte eso que tantas veces te robo. ¿Sigo sin convencerte? No te preocupes por eso. Hoy es un día como podría haber sido otro cualquiera.

Pero no pierdas tu tiempo preguntando cosas absurdas... No pierdas tu tiempo preguntando si este día en realidad debió llegar hace mucho tiempo... No importa el cuándo. No importa el por qué. Importa que ahora eres mía otra vez, importa que lo mismo un día acabas comprendiendo que el mundo puede regirse por otras cosas. ¿Y si acabas acostumbrándote a mi presencia? ¿Y si de verdad lo que tú necesitas es algo como yo? Algo que te deje en libertad, pero todo a su debido tiempo. Algo por lo que no necesites lamentarte. ¿No lo entiendes? No hace falta que lo entiendas en este preciso instante. ¿Sabes? No me echabas de menos y lo veo comprensible. Pero ahora me tienes aquí, sentado a tu lado, mirando cómo te mueves, cómo me hablas, cómo miras hacia ningún lado y asientes porque no te queda otra opción.

Pero yo estoy aquí. Y te volveré a dejar. Te volveré a recoger. No importa, no te precipites y no me busques una excusa que no sea creíble... Sabías que yo volvería a estar aquí, pero no querías aceptarlo. Sabías que me volverías a odiar, y que pasado un tiempo me darías la razón. ¿Qué razón preguntas? Que no lo es todo. Que hay más cosas en el mundo. Y más musas, más inspiración que encontrarás de mi mano.

¿Todavía tampoco? Tiempo... Nos quedan meses juntos, quizás años. ¿Siempre? Eso no puedo saberlo. Eso depende de ti. O de alguien más. De otros brazos que te convenzan... Hasta entonces, yo estoy aquí. En tu iPod, en tus ratos de reflexión, en esa copa que te echas. Estoy por todas partes, y aunque aún no me puedas entender no pierdo la esperanza de que el mes que viene me entenderás. Y me llorarás. Y te volveré a consolar. Y volverás a reír. Y así, hasta que te vuelva a dejar con otro perfume, con otra sonrisa, con otros ojos y otra personalidad. Y hasta entonces, estamos aquí tú y yo, y el mundo puede esperar por nosotros. Puede esperar todo el tiempo que a ti te haga falta para darte cuenta de lo mucho que me necesitas, de lo mucho que necesitas entender que puedes vivir conmigo cada día. Y hasta que entiendas que yo como alma solitaria que te acompaña en tus ratos silenciosos soy todo lo que le queda a muchas personas, soy por lo que muchos dejan este mundo, soy por aquello que tú no me quieres... Necesitas entender que hay un más allá, que no es un aquí, que no es un hoy ni un mañana... Es una vida entera. ¿Una vida de Soledad? No lo sé, ni lo sabré nunca. El último día te podré contestar y te diré cada motivo por el que vine a parar a tu lado.

Venga, vayamos a dar un paseo. Vayamos a ver lo feliz que te puedo llegar a hacer. Necesitas tiempo... Y durante ese tiempo serás mía. No soy precisamente la compañía a la que estás acostumbrada, pero por eso y mucho más me necesitas.

¿Necesitas más razones para entender el significado de mi existencia? Soy yo, déjame entrar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario